miércoles, 22 de julio de 2009

Deglutiendo tacos

El domingo por la noche, cuando Ernesto Gándara se encontró a Eduardo Bours en los tacos El Leñador, por la calle Colosio frente a la Universidad de Sonora en Hermosillo, no imaginaba la tormenta por venir.
El alcalde de Hermosillo, con esa característica aunque a veces criticada cortesía política, fue y saludó al ex gobernador de Sonora a su mesa.
El chaparrito departía los tacos de rib eye y sendas botellas de vino tinto; Camus, por supuesto, con el favorito del sexenio, Javier Gutiérrez.
Los acompañaban las esposas y una pareja más, cuyo nombre no me supo decir el mesero que me contó del encuentro.
Ernesto con su familia y sus hijas, Bours deglutiendo carne a medio masticar, porque hasta eso es medio naco para comer y el pleito en ciernes.
La mañana del lunes, Eduardo giró las instrucciones para arrancar una ofensiva complementaria a la intención por anular la elección de gobernador.
Por un lado, arreciaron los ataques contra Roberto Ruibal Astiazarán, el dirigente estatal del PRI; de quien dicen en palacio de gobierno ya bajaron de la coordinación de la bancada priista en la legislatura local.
Luego instruyó la operación de una campaña en radio y televisión donde los diputados locales priistas critican el resultado de la jornada electoral y el correspondiente triunfo de Guillermo Padrés.

Después en una extrañísima acción, Otto Claussen Iberri se lanza en contra de quienes acusa como traidores y culpables de la derrota del PRI Sonora.
El diputado local electo -¿e impugnado?- acusó a gente cercana a Ricardo Bours Castelo, Ernesto Gándara Camou y Roberto Ruibal de haber traicionado al PRI y apoyar al PAN.
Y luego, por puritita casualidad, una declaración que el legislador guaymense hizo a la radio, fue reproducida en todas las primeras planas de los periódicos del estado, en algunos incluso mereciendo hasta las 8 columnas.
Pero ¿y quién es Otto Claussen para merecer estos espacios?. Bueno, al margen de un buen amigo siempre dispuesto a ayudar, de una carrera burocrática en terrenos de poco protagonismo hasta que llegó al Isssteson, pues francamente no es nadie que merezca esta distinción en los medios.
La tiene por dos motivos:

El primero porque ya es diputado electo y le tocará, según las grillas internas en el palacio de gobierno, la coordinación de los diputados locales priistas, por decisión de Bours.
El segundo, porque el espacio en la radio lo abrió Daniel Durán desde las oficinas de comunicación social y el mismo funcionario solicitó, con base en convenios del gobierno del estado, el espacio en las primeras planas para potenciar la declaración del Otto.
Todo esto aún y con el fingido regaño que sufrió el diputado local electo por Guaymas, la mañana del martes de parte de Emeterio Ochoa, el secretario particular del ex gobernador Bours.
Quizá en el caso de Ricardo Bours Castelo, Otto Claussen tenga el derecho a enredarlo, porque el mismo ex primer carnal del estado alguna vez acusó a Claussen de ser de los que con engaños se había ganado la confianza del ex gobernador.
Ricardo por cierto ayer no dijo nada, aunque había trascendido la posibilidad de que lo hiciera.

La charla que tuvo con su hermano en el hangar del gobierno del estado, desactivó el justificado enojo de Ricardo y su deseo de pegarle una madrina a su enemigo el alemán.
Pero de que generó reacciones, indudablemente. La primera de ellas del alcalde Ernesto Gándara Camou, quien ayer citó a rueda de prensa.
Y muy al modo dijo su sentir y su pensar al respecto, pero con altura, con clase pues. Hagan de cuenta que ya leyó Cómo no ser un líder jurásico, el nuevo libro de Ana María Salazar.
Palabras más, palabras menos, Ernesto dijo que a él nadie lo puede acusar de traidor, menos cuando en Hermosillo el PRI tuvo buenos resultados.
Si bien no se ganó la alcaldía, la gubernatura quedó en empate técnico -Elías a menos de mil votos de Padrés-, se ganaron cuatro de los cinco distritos locales en juego y las dos diputaciones federales. Así, o más claro.
Pero también envió algunos dardos directos donde decía de las facciones que se sienten dueños del PRI y que a través de corifeos lambiscones lanzan acusaciones sin sentido ni sustento.
Sobre todo acusaciones donde para afectar a unos cuantos, no se cuidó la dignidad de muchísimos que decidieron por su propia voluntad no apoyar al candidato de Bours, simplemente porque era el candidato de Bours.
Más tarde y en el mismo sentido, en entrevista con Sergio Valle en la Fuerza de la Palabra en Hermosillo, Ernesto incluso urgió a Otto a “que cuide sus palabras” y quién sabe porqué enfatizó que los puestos en política no se otorgan como a familias de la película de El Padrino, o algo así.
Y para rematarle el guantazo, Ernesto comentó de su desayuno con Roberto Ruibal con quien coincidió en que el tiempo es para privilegiar la unidad y evitar el asalto al PRI por camarillas de facciosos voluntaristas, méndigos desgraciados e hijos de todas su rechin. . . a caray, me piqué y todo esto último ya fue de mi cosecha.
Otto acusó por cierto un medroso recibo de los dardos del alcalde y prácticamente pidió paz con él, más no así con el proyecto de Bours de anular la elección que ya le dio el triunfo a Padrés.
Sin embargo hay muchos priistas que sí piensan de Bours y sus priistas todo lo que yo dije sin querer líneas arriba. Incluido nuestro amigo Claussen.
Por ejemplo un guaymense que conoce muy bien al Otto y viceversa y que nos hizo llegar sus comentarios a esta columna.
Se trata de Leonardo Dvora, guaymense al que tengo el gusto de conocer y que se las sabe todas, todas en materia de ingeniería electoral.
Nos comparte su texto Leonardo, el cual nos llega vía Lorenzo de Cima Dworak y asegura que son otros los motivos de la derrota:

“El 8 de marzo después de “Aplicar” drásticas medidas coercitivas a sus militantes y simpatizantes para que inducieran al voto del Vaquero por sobre el Borrego, a quien las mafias políticas del “PRI-Sonora” no perdonaron su rebeldía, y la historia se escribió así, lo cual festejaron con bombos y platillos, cohetes y serpentinas, olvidándose torpemente, que eran elecciones internas. Esa fecha histórica se escribió por ellos mismos, la derrota de su candidato a Gobernador, Alfonso Elías Serrano, hombre bueno, Sonorense de corazón al que manejaron a su antojo los fariseos del templo del señor. Es muy peligroso y perverso, esgrimir argumentos de inadaptados políticos en contra del pueblo SONORENSE que fue el que voto en contra de sus intereses personales o de grupo y dijo basta ya de opresiones mal dirigidas, mal intencionadas y a una jefatura invisible hasta hoy proyectada como una imagen maltrecha de la democracia que no dejan crecer las mentes obtusas de los paleros de políticos”.

Transcrita tal cuál, no dejamos de reconocer la valía de la opinión y ofrecemos una disculpa ya que por falta de espacio no pudimos reproducirla toda.
También llega otro comentario, aunque este de manera anónima donde hacen una serie de reflexiones sobre la derrota del PRI.
Todas ellas encaminadas a criticar la soberbia y prepotencia de Bours –si hace seis años te hubieran hecho caso, Germán Uribe- y los errores de sus cercanos, entre ellos del mismo Claussen de quien dicen:
“Cuando nos quieran decir que hubo traiciones, que se acuerden de cómo designaron candidaturas, que se acuerden de cómo designaron las presidencias de los Comités Municipales del PRI, que se acuerden de toda la gente que desplazaron, que hicieron un lado, que se acuerden unos pocos, como Otto Claussen que conspiró junto a César Lizárraga para poder ganar él y que perdiera el Cacho Zaragoza en Guaymas”.
Al final de la estrategia de Eduardo Bours, lo que se observa con claridad es su intento de secuestrar de nuevo el PRI para los meses que vienen.
Olvidándose ya de su absurdo sueño de ser candidato presidencial, ahora lo que quiere es, como dicen por ahí, cuidar su pellejo en el 2010.
Dicen los enterados que intenta poner a Antonio Astiazarán –falta que Antonio, diga que sí- en la dirigencia que dejará Roberto Ruibal en septiembre y desde ahí operar los asuntos legislativos que pueden darle dolores de cabeza en la nueva administración de Padrés.
De hecho, Dios nos libre de que sea cierto, aseguran que Eduardo ya termina de remodelar su casa en Hermosillo para quedarse a vivir aquí todo el tiempo que sea necesario.
Si lo hace y como él dice, en su salud lo hallará, porque le van a partir su mandarina en gajes, lo mismo desde el gobierno panista, que desde las altas esferas de la Nomenklatura priista donde le tienen guardado un saco de agravios.
Poco antes de enviar estas líneas nos llega el posicionamiento de Carlos Zataráin respecto a los señalamientos de Otto Claussen.
El diputado federal es mucho más enfático y dice sin miramientos:

“Es el tiempo de rechazar la soberbia. Requerimos un partido de la militancia y no de grupitos de poder. La etapa de practicar la política con actitudes ensoberbecidas desde el poder, afectó seriamente la vida democrática del PRI en Sonora y terminó por alentar la inconformidad”.
“Es el tiempo de la libertad partidista. Porque nuestro partido no es propiedad de político o funcionario alguno, es ahora el momento de reivindicar nuestro orgullo de priístas, pero rechazando las humillaciones y enfrentando a quienes alguna vez pensaron que eran propietarios del partido. Es la hora de ejercer nuestra libertad con capacidad de crítica y con respeto a la militancia”.
“El PRI está más vigente que nunca. No puede haber un PRI nacional y un PRI Sonora”.

Así de claros los posicionamientos. Interesante hubiera sido escuchar o saber del que tendría Ricardo Bours.

Lavadero. . .

1.- Que no va Alejandro Camou Aguirre sino Juan Valencia, lo que no deja un buen sabor de boca. . . Valencia, lo mismo que Oscar Téllez tuvieron severos cuestionamientos en sus funciones, uno de alcalde y el otro de delegado de Fonaes. . . si bien nada hay robado, tampoco se debe a inocencia, sino a falta de pericia jurídica de los acusadores.

2.- Cerrando a tambor batiente, Rubén Espino Santana está en México haciendo gestiones a favor de San Luis Río Colorado. . .
acompañado por Manny Pérez y el regidor Francisco Morales, el alcalde sanluisino sigue tapando con trabajo las grillas baratas que le arman. . . Espino se reunió con funcionarios de Hacienda, CFE y Secretaría de Energía para obtener recursos y hacer gestiones que doten del Centro Cultural, los refrigeradores que s ele cambiarán a los sanluisinos y obtener recursos de Fidem para adquirir pozos ahorradores de energía.

3.- Suena y fuerte el nombre de Ernesto Munro Palacio para ser el nuevo dirigente del PAN en Sonora a partir de septiembre. . . también el de Enrique Reina Lizárraga para ser el titular de la secretaría de infraestructura urbana y ecología, aunque ya tiene amarrada la diputación local pluri. . . faltaría si al ser diputado logra la coordinación de la bancada o si mejor se va por el lado de ser cardenal en el nuevo Vaticano.

CARPE DIEM
lacolumnadeviveros@yahoo.com.mx

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